https://www.lavozdegalicia.es/noticia/santiago/santiago/2017/09/06/fuera-estadisticas/0003_201709S6C8995.htm
El verano se acabó, aunque el calendario se empeñe en decir otra cosa. Se terminó, y la mejor prueba de ello son los datos del paro conocidos esta semana, y que ofrecen una lectura poco real. En Santiago, 49 personas se inscribieron en el Servicio Galego de Emprego como demandantes de empleo durante el mes de agosto, pero otras muchas que vieron finiquitar sus «contratos» no acudieron a esa oficina, y por tanto están fuera de las estadísticas. Este grupo no cuenta ni para bien ni para mal, y sin embargo, la radiografía del mercado laboral sería más precisa si aquellos que trabajaron en «b» este verano salieran en la foto. En el grupo de los invisibles hay un sinfín de trabajadores que en muchos casos cuentan con una formación muy superior al puesto desempeñado y que cobran sueldos miserables por largas jornadas. Están fuera de las estadísticas, y por ello no cuentan para la ministra de Trabajo, que asegura que el empleo creado, y yo añadiría registrado, es de calidad. Hace unos días encontré un ejemplo de empleo de calidad en una página de Facebook en la que el empresario pedía una persona para repartir propaganda en la calle, y no sentía ni el más mínimo rubor al decir que se valoraría el dominio de idiomas. Lo más increíble es que, ante los interrogantes de mi comentario, hubo quien justificó la petición, sugiriendo que era para poder atender adecuadamente a los turistas. Lo de imprimir su publicidad en inglés para entregársela a los visitantes de habla inglesa es algo que no se le pasó por la cabeza. Aunque, por qué hacerlo, si el repartidor con competencias en inglés le saldrá siempre más barato que traducir sus folletos.
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